Un ciclista respira tres veces más contaminación que un peatón
En las
ciudades de América Latina el uso de la bicicleta como medio de transporte
urbano está creciendo significativamente y está ayudando a mejorar la
movilidad, la equidad y el acceso a oportunidades socioeconómicas. El ciclismo
urbano puede ayudar a reducir algunos de los problemas de nuestras ciudades
como la congestión de tráfico, la mala calidad del aire y las emisiones de
gases que contribuyen al cambio climático.
Sin
embargo, la contaminación atmosférica afecta a las personas que usan la bicicleta
en las ciudades. En los pulmones de un ciclista entra hasta tres veces más de
aire contaminado que en los de un peatón. Además, los usuarios de las
bicicletas circulan más cerca de los tubos de escape de los vehículos, que es la
principal fuente de contaminación del aire en las grandes ciudades.
Por esta
razón, utilizar la bicicleta como medio de transporte puede tener efectos
colaterales indeseados. Los contaminantes que se encuentran en el aire pueden
causar resequedad de las mucosas, irritación y picazón en la piel (alergias) y
en las vías respiratorias. También incide en el aumento de enfermedades
vasculares y cardíacas, en la disminución de la capacidad de la sangre para
transportar sustancias nutritivas y oxígeno al organismo. Cuando se anda en
bicicleta se consume en promedio 15% más de oxígeno que caminando, o sea, 15%
más de probabilidades de enfermarnos por el material es suspensión (aire
contaminado).
Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2012 unos 3,7 millones de personas en
el mundo murieron a causa de fuentes urbanas y rurales de contaminación atmosférica.
Las ciudades más contaminadas del planeta son las asiáticas, las chinas
específicamente. Pero también preocupa bastante el estado de la calidad de aire
que respiran millones de personas en Latinoamérica. Los niveles más altos de
contaminación en la región se encuentran en Lima, Ciudad de México, Cochabamba
y Bogotá. Por el contrario la ciudad con menor índice de contaminación en la
región es Salvador en Brasil y en segundo lugar Cali en Colombia.
¿Qué puede
hacer el ciclista para evitar respirar aire contaminado? El
ciclista puede reducir su exposición a la contaminación del aire si se desplaza
por rutas más tranquilas, con menos tráfico, lejos de buses y camiones. Es necesario
"algún tipo de separación de seguridad" entre los ciclistas y otros vehículos no sólo
para reducir el riesgo de accidentes, sino también la exposición a la
contaminación del aire.
Las
mascarillas y filtros nasales para ciclistas son un remedio evidente en las
contaminadas calles urbanas. También los motociclistas deberían utilizarlos. En
América Latina aún no se comercializan ampliamente, pero cada vez hay más
conciencia de los beneficios que traen para la salud, y esto aumentará la
oferta.
De
todas maneras los beneficios de salud que ofrece el ciclismo son mayores que
cualquier daño potencial de exposición a la contaminación, lo que debe hacer es
evitar transitar por vías con mucho tráfico, no ubicarte detrás de los
vehículos y usar algún sistema de protección.
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